Libre albedrío
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Mateo 6:10 - 
Que tu reino venga pronto. Que se cumpla tu voluntad en la tierra como se cumple en el cielo
Ya sea que oremos por sanidad, por paz o por provisión,  usualmente concluimos muchas de las oraciones diciendo: ¡Que no se haga mi voluntad, sino la tuya! Todos queremos que sea haga la voluntad de Dios, porque sabemos que es buena, es agradable y es  perfecta.

Dios podría haber creado robots o títeres y decidido desde y un principio que todos lo siguiéramos y lo adoráramos…¡qué aterrador hubiera sido eso! Él corrió el riesgo, aún sabiendo lo que iba a suceder al darnos la capacidad de reflexionar, y elegir y decidir si queríamos seguirlo o no. Dios nos quiere que lo busquemos y sigamos por decisión. Y cuando hablamos de religión – usualmente profesamos la fe de nuestros padres, misma que les fue transferida por nuestros abuelos. Sin embargo, lo que Dios busca es personas que decidan con todo su ser—cuerpo, alma y espíritu—seguirlo. Él nos da libre albedrío para decidir si queremos incluirlo en nuestra vida o no.

No porque te bautizaron de bebé, o porque tu mamá es hiper religiosa… tú lo eres. El seguir a Cristo es una decisión personal, meditada.

Obviamente, Dios quería que su máxima creación, en dónde depositó su Espíritu - ¡el ser humano! por su propia voluntad lo incluyera en todos los asuntos de la vida. Y no es una decisión fácil, porque ahora en un mundo tan liberal, te juzgan más fuerte si eres espiritual (mocha) que si eres pecador. No es fácil seguir a Cristo y rendir nuestra voluntad a Él. ¡Es una decisión de valientes!

Recordemos que Dios es un Dios celoso, y Él no quiere que ninguno se pierda… Sabemos que Él nos ama, tanto, tanto… que envió a Jesucristo, para que todos los que en su libre albedrío deciden seguirlo – que no se pierdan, sino que tenga vida eterna. Son muchas las ocasiones en donde a pesar de que amamos a Dios con todo nuestro corazón y queremos agradarlo, no le cedemos todas las áreas de nuestra vida y de repente, lo excluimos en decisiones importantes. No, en mis finanzas no te metas. ¡yo sé como disciplino a mi hijo! No le rendimos nuestra voluntad a Él.

Ayer, la noticia principal en México fue sobre el ex director de PEMEX me sorprendió tanto su declaración… que ahí el Espíritu Santo me dirigió a escribir sobre el título. Líbre albedrío. y él declaró: que fue intimidado, presionado, influenciado e instrumentalizado por lo que denunciará a las personas responsables de los hechos. Afirmó que no es culpable, ni responsable de los hechos que se le atribuyen. claro que inmediatamente pensé: ¿Y dónde quedó el libre albedrío? 

El significado que da la Real Academia de la Lengua Española a libre albedrío es:
  1. m. Potestad de obrar por reflexión y elección.
  2. Rendir el albedrío 1. loc. verb. Someter la propia voluntad a la ajena.
Dios nos da el potencial de su poder, pero uno es dueño de decidir y a medida que rendimos nuestra voluntad a Dios, Él obra con mayor poder a nuestro favor.
Así que, si tus decisiones son bajo reflexión o no… recuerda que delante de Dios uno sigue siendo responsable. Ante Él, uno no puede escusarse con el "yo no fui...fue teté"

En Lucas 22:42, Jesucristo nos dejó el ejemplo cuando en la cúspide de su sufrimiento, se siente abandonado por el Padre, y le dice, si puedo pasar esta copa… pero que no se haga mi voluntad, sino la tuya.

Así, es cómo nosotros debemos de venir delante del Padre y rendir todos nuestros asuntos. Él sí tiene tiempo para nosotros, para nuestras cosas sencillas y las complejas. Él anhela tener  hijos que se acerquen por voluntad y reflexión… tan solo porque le aman y desean que su reino sea establecido en sus vidas.

Hoy es un día de decidir. Te invito a que tomes la decisión de decidir si quieres seguir a Jesucristo o no.  Recuerda... si decides NO... también estás decidiendo. Es libre albedrío.  Cierra tus ojos y medita sobre tu decisión. 

Esta es una meditación del corazón de Ana Lilia Zertuche
analilia@kimilatino.org