¿Estás enojado?
Audio
Efesios 4:22,23-24 -
desháganse de su vieja naturaleza pecaminosa y de su antigua manera de vivir, que está corrompida por la sensualidad y el engaño. 23 En cambio, dejen que el Espíritu les renueve los pensamientos y las actitudes. 26 Además, «no pequen al dejar que el enojo los controle»
Una de las cosas que aprendemos cuando llegamos a Cristo, es manejar nuestras emociones. Ahora nos concientizamos de que el enojo puede ser bueno, si lo usamos contra la injusticia o para detener un mal mayor. Sin embargo, usualmente es una emoción negativa que si no la manejamos asertivamente podría controlar nuestro día y el rumbo de nuestra vida.
Todos, sin excepción, tenemos patrones de pensamiento que necesitamos modificar, cambiar o incluso erradicar. Sabías que algunos patrones los adquirimos incluso antes de nacer; otros, en la infancia, adolescencia o ya en la vida adulta. hay un frase que uso en las conferencias para padres (no es mía y no sé quién a quién atribuirla): "La infancia es la etapa que Dios diseñó para ser la etapa más feliz de nuestra vida, pero pasamos la vida adulta, arreglando todo lo que pasó en la infancia. En México tenemos un dicho que dice: La burra no era arisca… la hicieron. El significado de "arisca" segun el diccionario de la Real Academia es: Dicho de una persona o de un animal: Áspero, intratable.
Como seres humanos, hemos nacido con la capacidad de amar y ser amados, pero de repente algunas personas se dan cuenta que ya no perciben el amor… o que no pueden expresarlo o darlo. Se han vuelto ásperos o irritables. Algunas veces selectivamente, otras – irracionalmente con todos. Así como el patrón de amar y dar – es un reflejo de Dios – es un patrón positivo; los patrones de pensamiento negativos (tóxicos) han sido aprendidos o implantados por el mundo caído en que vivimos y puede haber sido por nuestra familia, las personas que nos rodean, falsas filosofías o el mismo enemigo de Dios que tiene control de este mundo. El mal y sus malandros han salido como cucarachas ya no salen solo en la oscuridad, ahora ya no tienen vergüenza. ¡Están enojados! Y lo gritan todos los días. Muy posiblemente, ellos también son víctimas de un enojo generacional por vivir en un mundo tan desigual.
Si naciste en una familia integrada,, que te llenó de amor y te enseñó de Dios, sus promesas y su Palabra; te enseñó los principios del Reino y de la importancia de amar y dar al necesitado… ¡Gloria a Dios! Dale gracias. Eres un bendecido y privilegiado. La verdad es que la gran mayoría de nosotros no tuvimos el modelo de la familia perfecta de acuerdo con el modelo bíblico. La palabra dice:Instruye al niño en el camino que debe de andar y cuando sea viejo – (pase la adolescencia) no se apartará de él. Tampoco nos enseñaron a controlar nuestra emociones y moldear nuestro carácter. La Biblia dice: No pequen al dejar que el enojo los controle, desháganse de su vieja naturaleza pecaminosa y de su antigua manera de vivir, que está corrompida …
Los patrones te mantienen atado o te catapultan. Un patrón de enojo ata tu vida a un infierno y una mente atormentada. Un patrón de amor y perdón, lleva a una vida de paz, sabiduría y armonía y provoca que se disfruten aún las pequeñas cosas de la vida. La Palabra nos dice que uno es, lo que son sus pensamientos. Por lo tanto, si uno atesora el enojo, y decide no perdonar– con el paso del tiempo ese enojo controla la vida de esa persona, traerá la auto-justificación e impedirá la corrección de Dios, se llena de ataduras que la conducen a una esclavitud. No se da cuenta de que está pecando delante de Dios y sin darse cuenta se auto receta una dosis de desdicha y tormento. Sí, desgraciadamente muchas veces uno no se da cuenta que vive de una manera miserable por el enojo, ni que hace desdichado a los que viven a su alrededor.
Es tiempo de decidir cambiar mi lamento en baile. Mi enojo por paz y libertad. Cierra tus ojos y busca en tu interior, revisa los patrones de tu vida, y empecemos con aquel que sabes que te hace más daño. Es tan simple... como decidir. No sucederá inmediatamente, pero con el simple hecho de concientizarte de que ese patrón es equivocado y te daña... ya empezaste y diste un gran paso. Decide hoy, quitar esa atadura de tu vida y pronto irás viendo cómo los eslabones que te atan al enojo van siendo más débiles, hasta que solitos se caigan y dejen de hacerte desdichado (a). El patrón del enojo trae la falta de perdón.
¿Estás enojado o enojada contigo por los errores que has cometido?
¿Estás enojado con Dios – por cosas que han pasado en tu vida? Porque lo que estás viviendo no es lo que esperabas o deseabas?
Como un ejercicio, lleva esta meditación primero a tu mente, luego en tu corazón y luego empieza con tu prójimo.
Todos, sin excepción, tenemos patrones de pensamiento que necesitamos modificar, cambiar o incluso erradicar. Sabías que algunos patrones los adquirimos incluso antes de nacer; otros, en la infancia, adolescencia o ya en la vida adulta. hay un frase que uso en las conferencias para padres (no es mía y no sé quién a quién atribuirla): "La infancia es la etapa que Dios diseñó para ser la etapa más feliz de nuestra vida, pero pasamos la vida adulta, arreglando todo lo que pasó en la infancia. En México tenemos un dicho que dice: La burra no era arisca… la hicieron. El significado de "arisca" segun el diccionario de la Real Academia es: Dicho de una persona o de un animal: Áspero, intratable.
Como seres humanos, hemos nacido con la capacidad de amar y ser amados, pero de repente algunas personas se dan cuenta que ya no perciben el amor… o que no pueden expresarlo o darlo. Se han vuelto ásperos o irritables. Algunas veces selectivamente, otras – irracionalmente con todos. Así como el patrón de amar y dar – es un reflejo de Dios – es un patrón positivo; los patrones de pensamiento negativos (tóxicos) han sido aprendidos o implantados por el mundo caído en que vivimos y puede haber sido por nuestra familia, las personas que nos rodean, falsas filosofías o el mismo enemigo de Dios que tiene control de este mundo. El mal y sus malandros han salido como cucarachas ya no salen solo en la oscuridad, ahora ya no tienen vergüenza. ¡Están enojados! Y lo gritan todos los días. Muy posiblemente, ellos también son víctimas de un enojo generacional por vivir en un mundo tan desigual.
Si naciste en una familia integrada,, que te llenó de amor y te enseñó de Dios, sus promesas y su Palabra; te enseñó los principios del Reino y de la importancia de amar y dar al necesitado… ¡Gloria a Dios! Dale gracias. Eres un bendecido y privilegiado. La verdad es que la gran mayoría de nosotros no tuvimos el modelo de la familia perfecta de acuerdo con el modelo bíblico. La palabra dice:Instruye al niño en el camino que debe de andar y cuando sea viejo – (pase la adolescencia) no se apartará de él. Tampoco nos enseñaron a controlar nuestra emociones y moldear nuestro carácter. La Biblia dice: No pequen al dejar que el enojo los controle, desháganse de su vieja naturaleza pecaminosa y de su antigua manera de vivir, que está corrompida …
Los patrones te mantienen atado o te catapultan. Un patrón de enojo ata tu vida a un infierno y una mente atormentada. Un patrón de amor y perdón, lleva a una vida de paz, sabiduría y armonía y provoca que se disfruten aún las pequeñas cosas de la vida. La Palabra nos dice que uno es, lo que son sus pensamientos. Por lo tanto, si uno atesora el enojo, y decide no perdonar– con el paso del tiempo ese enojo controla la vida de esa persona, traerá la auto-justificación e impedirá la corrección de Dios, se llena de ataduras que la conducen a una esclavitud. No se da cuenta de que está pecando delante de Dios y sin darse cuenta se auto receta una dosis de desdicha y tormento. Sí, desgraciadamente muchas veces uno no se da cuenta que vive de una manera miserable por el enojo, ni que hace desdichado a los que viven a su alrededor.
Es tiempo de decidir cambiar mi lamento en baile. Mi enojo por paz y libertad. Cierra tus ojos y busca en tu interior, revisa los patrones de tu vida, y empecemos con aquel que sabes que te hace más daño. Es tan simple... como decidir. No sucederá inmediatamente, pero con el simple hecho de concientizarte de que ese patrón es equivocado y te daña... ya empezaste y diste un gran paso. Decide hoy, quitar esa atadura de tu vida y pronto irás viendo cómo los eslabones que te atan al enojo van siendo más débiles, hasta que solitos se caigan y dejen de hacerte desdichado (a). El patrón del enojo trae la falta de perdón.
¿Estás enojado o enojada contigo por los errores que has cometido?
¿Estás enojado con Dios – por cosas que han pasado en tu vida? Porque lo que estás viviendo no es lo que esperabas o deseabas?
- ¿Estás enojado con alguien? Hoy te reto a que sigas el modelo de Jesús y ores le Padre Nuestro meditando cada palabra y recordándo que Él perdona nuestras ofensas... así como nosotros perdonamos a los que nos ofenden.
Como un ejercicio, lleva esta meditación primero a tu mente, luego en tu corazón y luego empieza con tu prójimo.
- Esta es una meditación del corazón de Ana Lilia Zertuche
- analilia@kimilatino.org